sábado, 31 de diciembre de 2016

Adiós 2016


Querido 2016:

Llegados a este punto, no sé muy bien como definirte. Has sido el año más increíble de mi vida, y a la vez has sido el año más difícil, por diversos motivos.

Puedo resumirte con la palabra amor. Empezaste con la mejor propuesta de matrimonio de la historia. Y a lo largo de los meses fuimos construyendo paso a paso "el bodorrio". El día de nuestros sueño. Recorrí el camino al altar, con Coldplay como banda sonora, acompañada por los hombres de mi vida, mientras me esperaba la sonrisa más bonita del mundo, a la que mil millones de veces le seguiría diciendo "Sí quiero". Compartimos ese día con la gente a la que más queremos, y eso no se va a volver a repetir, toda esa gente junta, celebrando nuestra felicidad. Y como os conté en su momento, yo notaba que me estallaba el corazón cada segundo del 14 de agosto. 

Cruzamos varias veces el charco, prácticamente dimos la vuelta al mundo, cumpliendo muchos sueños durante esos viajes. México, San Francisco, Las Vegas, Los Ángeles, Hawaii, París, Sevilla, Barcelona, Madrid... Ojalá podamos seguir descubriendo rincones y disfrutando de lo bonito que es conocer sitios y culturas nuevas, o simplemente reconociendo lugares.

Se cumplió nuestro mayor proyecto de futuro: Poder volver a casa, y ni más ni menos que a Coruña. Volver. Con su parte muy positiva, pero dejando atrás la vida que teníamos. Dejando atrás a personas mágicas que se cruzaron en mi camino, y de las que no hay un día que no me acuerde. Dejando atrás el hogar que construímos para empezar a moldear uno nuevo. Dejar el trabajo, que para mí es complicado, ya que no sé estar quieta ni un segundo. Lo que viene siendo salir de la zona de confort, de golpe.

En el medio de todo este torbellino, me enseñaste a decir "Adiós". Decía Risto Mejide, que madurar consiste en aprender a decir adiós. Pues a mi me tocó madurar de vez. Concretamente tuve que despedirme tres veces, todas muy dolorosas. Ahora tengo tres estrellas que me cuidan desde arriba.Y nunca dejarán de brillar muy fuerte.  Eso también me enseñó algo. Que a veces la vida se va en un segundo, y que aunque suene a tópico, hay que hacer que cada día sea único. Yo sigo con mi mantra de intentar sonreír lo máximo que pueda, y así el mundo será más bonito.

En cuestión del blog, estoy FELIZ. Esto sigue subiendo cada día más, y más. He hecho colaboraciones increíbles con marcas que me encantan. He salido en el numero de julio de la revista Glamour, a toda página, gracias a mi querida Pantera Lola. La familia sigue creciendo, y nunca podré agradeceros todo lo que me dais, estando ahí día tras día, con vuestros comentarios, con vuestro apoyo. Sois lo más.

También me despido de tí, 2016. Gracias por lo disfrutado, gracias por lo aprendido. Pese al lado agridulce, me sigo considerando la chica más afortunada del mundo. Por seguir disfrutando de las pequeñas cosas del día a día, por ver que la magia está siempre alrededor. 

Show must go on. Se abre el telón.

L